jueves, 7 de febrero de 2013

Agente 99

En una charla entre amigas surgió un apodo divertido (pero irreproducible en este lugar) que me hizo pensar en este personaje tan emblemático como olvidado a la vez.
Barbara Feldon, como la agente 99

La Agente 99 responde al estereotipo que Scott Sedita denomina "The Logical Smart One". Su personalidad crea un interesante contraste con la de Maxwell Smart (el superagente 86) quien sería un Looser Querible y con quien el personaje entablaba una relación amorosa.

La sitcom que protagonizaba se denominaba "Get Smart" y se transmitió en Estados Unidos entre los años 1965 y 1970. La Agente 99 fue un icono de la moda de los años '60, lo cual hace que hoy en día nos parezca pintoresco ver a esta "Jackie O" de la televisión al mismo tiempo que puede parecernos "irreal" el hecho de que pudiera estar impecable, con los trajes que se usaban entonces, en las situaciones más arriesgadas. La versión que Anne Hathaway realizó para el cine mantiene esa coquetería trasladada a la época actual y, de cierto modo, hace que sea más creible su compatibilidad con la acción.

Con su voz tenue, su pasividad y su dulzura la agente 99 sacaba de apuros en más de una oportunidad a Max, aunque muchas veces el crédito se lo llevaba él, y de hecho él era el "superagente" y a quien todos recordamos. Este rasgo sumiso la define por completo: no es la mujer que se queda esperando a su marido en su casa sino la que trabaja codo a codo con él, pero tampoco es ella la heorína ni se preocupa por serlo.  Representa para la época una perfecta combinación de femineidad y originalidad sin descuidar su costado más tradicional y racionalista.

¿A quién no le pasó de cruzarse con gente que no importa lo que hagan siempre están impecables? Incluso  en la peor de las circunstancias. Que saben combinar todo lo que llevan puesto, hasta para hacer ejercicio o para estar tirados en el sofá. Muchas veces esta disciplina para elegir la vestimenta refleja una personalidad a su vez disciplinada (y lógica).

Pero por suerte no es esta (creo yo) la única coincidencia que uno encuentra en la vida cotidiana. Espero que seamos muchos los que alguna vez hemos mirado a un Looser Querible o hemos sido mirados por un "Logical Smart One" con la misma dulzura con que la agente 99 lo mira a Max.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Alan Harper

¿Con quien otro podríamos empezar este blog si no es con el ganador al Mejor Actor de Comedia en los últimos Emmy 2012: Jon Cryer, quien interpreta a Alan Harper en "Two and a half men"?

Alan es un típico "lovable looser" o "looser querible", según la clasificación de Scott Sedita. Siempre va a desear algo que no tiene pero su modo de alcanzarlo nunca va a ser el correcto, por eso la búsqueda terminará por transformarse en frustración. Como el nombre lo indica los espectadores experimentamos un doble sentimiento hacia este tipo de personajes: los consideramos "looser" por sus permanentes fracasos, pero nos encariñamos con ellos porque a pesar de todo sigue intentando alcanzar sus metas.

Pero los fracasos de Alan no dependen solamente de su mala suerte sino también de vicios y defectos que él tiene: es codicioso, ventajero y tiene muy baja el autoestima. Sin embargo gracias a que Alan se expresa con humor a través del sarcasmo este personaje es cómico y no dramático (su patetismo podría llegar a un punto muy bajo si no fuera así). En las primeras temporadas su aspecto "querible" estaba más a la vista que en las últimas: se lo veía despechado por el fracaso de su matrimonio e interesado en que su hijo recibiera una buena educación. ¿Hoy? Mmmm... no tanto.

Si bien en el aspecto profesional podría decirse que es exitoso ya que trabaja como quiropráctico, nadie le da demasiado reconocimiento por eso y de hecho lo ningunean por no considerarlo un verdadero doctor.

Es muy difícil que nos definamos a nosotros mismos como un "Alan Harper". Tendriamos que admitirnos que nada de lo que hacemos llega a buen puerto y que siempre vamos a generar en los otros compasión y risa. De hecho pareciera ser más fácil distinguir a un OTRO así. Son por ejemplo esas personas sobre las que decimos que "todo les sale mal" que parecen "no pegar una".

En nuestro día a día podemos llegar a admitirnos que no servimos para algo concreto, pero jamás podríamos decir que no servimos para nada porque no sería cierto. Hay ámbitos en los que nos sentimos más cómodos, más seguros, y otros en los que por ser inexpertos podemos no encajar y sentirnos "loosers", y en eso también juega un papel importante la humildad. Tendríamos que conocernos a nosotros mismos y saber qué podemos dar y de qué manera, y, sobre todo, qué no podemos dar y para lo cual necesitamos ayuda, para no sentirnos mal por no saber. No la ayuda que pidió Alan a su hermano que lo alojó ad eternum una vez que su matrimonio fracasó... la ayuda que nos impulse a seguir adelante por nuestros propios medios.

El problema de Alan, como dije antes, es que más allá de todo es ventajero y eso es lo más patético del personaje. No le importa su "honor" ni si queda en evidencia su codicia, porque no trata de disimularla. Siempre hay en los grupos un amigo más "rata". De hecho los hombres son más sinceros sobre este punto que las mujeres. Pero, por lo general, en "la vida real" se trata de disimular este defecto porque suele estar mal visto. ¿Qué técnicas se usan para esto? "No tengo cambio, después te pago"; "Te pago ni bien cobre"; "¿Querés pagar con la tarjeta y después te doy?", "yo te invito la próxima" (que nunca se concretará...), etc., etc.

Entonces la verdadera pregunta no sería en este caso "¿Qué tenemos nosotros de Alan Harper?" sino "¿Cómo detectar a tiempo a un Alan Harper para que no se nos pegue como una garrapata y no nos manipule con su lado "querible"?".